Café y un cuento
“Esta es la historia de tres amigas que acostumbran a reunirse una vez al mes para hablar de sus vidas”.
Laura: ¿C C?
Raquel: Jajaja ¿Por qué “CC”?
Clara: ya sabes por las iniciales de “Café” (dice Clara haciendo un gesto con la mano que sostenía la taza de café) y de “Cuento”.
Laura: Ahaha ¿y a que viene lo de cuento?
Raquel: si serás lenta Lau, ¿Por qué crees que nos reunimos en este Starbucks los últimos de cada mes?, ni se te ocurra darle una pista Clara, deja que ella responda sola jaja.
Laura: mirando confundidas a ambas, respondió – Creí que nos reuníamos a chismear, de hecho pensé que la otra “C” era de chisme. Todas rieron al unísono.
Clara: obvio que cuento suena más sofisticado que chisme.
Laura: es perfecto, un cuento y un café.
Raquel: yo vengo porque el café de aquí es el mejor, así que yo lo llamaría “Café y un cuento”.
Laura: ¡Ay si Raquel, la que no le gusta el chisme! (dijo Laura con un gesto burlón).
Todas rieron nuevamente.
Raquel: Y hablando de chisme, ayer le dije a Elias que nos diéramos más espacio, y no lo tomo de buena manera, recogió todas sus cosas y se fue del departamento. Lo perseguí al asesor y trate de calmarlo y explicarle que no estaba terminando con la relación. Es que fue de una manera tan tonta como comenzamos a discutir, yo solo le mencione que quería los dos cajones del armario para guardar mis Jeans y pantis, y fue como abrir la caja de pandora, comenzó a sácame en cara que tenía más ropa que él, que si me cedía esos dos cajones, ¿dónde el guardaría su ropa?. Fue entonces cuando comenzó a sacar su ropa y hacer sus maletas. (Termino de hablar en llano Raquel).
Clara y Laura escuchaba atentamente hasta que Raquel termino de hablar, y ambas fuero a consolarla. Hasta que una intervino.
Clara: Tal vez sea lo mejor que te ha pasado Raquel, vamos piénsalo por un momento, Elias y tú, a los primeros seis meses de novio se fueron a vivir juntos.
¿No crees que fue muy apresurado?, si “al año” apenas es que uno comienza a conocer en realidad a la persona con la que estas saliendo, es cuando empieza a salir a flote su verdadera personalidad. Imagínate entonces a los seis meses ”solo eres un barco navegando, hacia la costa sin faro” no sabes lo que te espera.
Raquel: quizás tengas razón, pero dime entonces Clara ¿Cuánto años se necesitan para conocer a tu pareja?, que yo sepas tu llevas diez años con Raúl, y siempre llegas diciendo que a veces te sorprende las cosas que hace.
Clara: veamos, si el promedio de vida es hasta 70 años, más o menos, y por ejemplo te casas a los veinticinco, y mantienes una relación de altos y bajos, pero aun así llegan a los 35 años de relación, me imagino que en ese punto ya terminaste de conocer todo de tu pareja, y cuando digo“ todo es todo”, y ya te abras amoldado a ello.
Raquel: ¡QUE!, ¡ESTAS LOCA!, ya para ese entonces tendrías 60 años, es demasiado tiempo, quien aguanta tanto, es algo muy ilógico lo que dices, ni yo me imagino tantos años con Elias.
Yo pienso que la primera impresión es la que cuenta, la personalidad de cada quien se descubre a primera vista, no hace falta durar la mitad de tu vida para saber quién es quién.
Laura: pienso que ustedes dos están erradas.
Clara: Lau no creo que seas la más indicada para decir eso, apenas llevas un año de relación con un hombre que aún no has visto, quien sabe si se hace pasar por otra persona, lamento decir esto, pero las relaciones a distancia nunca terminan bien.
Raquel: ni al parecer las de cerca jajaja.
Laura: te equivocas Clara, si lo he visto por Skype... Pero lo que trato de decir es que nunca terminaremos de conocer a una persona, cuando creamos que lo hemos visto todo, es allí cuando algo pasara. Como dice Goethe “Si no pretendiéramos saber todo con tanta exactitud puede que conociéramos mejor las cosas”.
Y así las tres mujeres, siguieron conversando por horas sin llega a un acuerdo, ya que cada una creía tener la razón.
¿Tú con cuál de ellas te identificas?
Autora: Stefany Bello.