Ella es lectora y el observador.
Miró a aquel extraño hombre a los ojos y, sin muchas dudas, firmó el papel.
Estaba decidida a aceptar la propuesta de aquel extraño, que acababa de conocer hace tan solo 10 segundos, pero que sabía mucho más de ella, que ella misma.
Y así fue como comenzó todo...
A simple vista ella era una chica con libros común sin más.
Lo que nadie sabía era que ella se la pasaba perdida en un mundo tan lejano al real...
Había veces en la que estaba en un futuro donde reinaba el caos y la soberbia…
Otras veces estaba en un pasado trágico y melancólico...
Y algunas veces en un presente hermoso y llenos de esperanza...
Pero siempre en cada lugar en el que ella estaba, era valiente, fuerte, hermosa y estaba rodeada de personas que la cuidaban y la querían. Todos conocían su nombre y al final del día, después de una fuerte batalla, la cual siempre ganaba, era recompensada con el abrazo de un ser más querido y uno que otro final feliz.
Pero al cerrar el libro, volvió a la realidad.
Ella se sentía sola, completamente sola.
Tenía a su familia claro, pero aun así sintió que no era suficiente, necesitaba algo más, ¿pero que era ese algo, que tanto ella anhelaba?.
No era ni popular, ni marginada, simplemente estaba allí, estancada en el medio...
Entonces decidía volver a su libro, la realidad era muy dura para alguien tan débil como ella.
Al otro lado de la banca está él...
Él era un chico tímido, pero inteligente.
Le apasionaba todo lo exótico y misterioso.
Y tenía una bendita obsesión por esos ojos cafés, que muy pocas veces se percata de su presencia.
Sin embargo él no perdía la fe, de que algún día sus mirada se encontraría con la de ella...
Él quería saber todo de ella, pero no la conocía en lo absoluto, solo la veía sentada allí casi siempre.
A él ningún detalle se le escapaba, así que siempre se percata de qué libro leía ella, y a la semana siguiente lo compraba.
Ella se sentía como la luna, no dormía buscando ese algo que le faltaba...
Y él era como el sol, al final del día, se cansaba de esperarla.
Pero en un giro inesperado de los hechos él decidió romper el paradigma y acercarse a ella, quebrar el hielo y proponerle algo que tal vez nunca funcionaria...
Pero el destino es impredecible y ella solo tomo el papel, lo leyó y seguido de una mirada fija que compartieron por unos minutos que parecían eternos, firmo.
''Una cita si adivino ya mismo cuantos libros con nombre y autor has leído en un mes''.
Acepto- firmó ella.
Autora: Stefany Bello.