Cuando te conocí

     Aún recuerdo cuando te conocí, era un día lluvioso casi tan cliché como una película de amor, llevabas puesto ese vestido de flores, que te hacía parecer un jardín ambulante. -El hombre apretó la mano de la señora más fuerte. 

     Ella le devolvió el apretón y el continúo su parloteo. Cuando te acercaste a mí, me dieron ganas de correr, nunca antes había visto una chica con una sonrisa tan demente, eran tan falsa tu sonrisa que se podía notar a millas de distancia, lo incomoda que te sentías al verme. Pero aun así te acercaste a mí   y me dijiste "Hola". Ese día yo estaba convencido de que tú serías algo pasajero, fui tan ingenuo en no darme cuenta que en ese momento ya había caído en tu encanto, con ese primer "Hola" que se escapó de tus labios. 

      Ella comenzó a sudar, en su cara ya se podía notar el dolor desgarrador, su respiración se volvió más agitada, y aun así él no la soltó, el reforzó el apretó con su otra mano, creyendo que de esa manera podría transmitirle toda su fuerza, o por lo menos eso era lo que él más deseaba en ese momento, y continuó con su relato.

      Después de ese día volvimos a salir, recuerdo que te espere hasta las ocho de la noche, como un tonto en esa pastelería que es tu favorita, con el libro que me dijiste que querías leer y no llegaste, cuando la que debió a ver estado en ese lugar esperando eras tú, ya que fuiste tú la que me había citado ese día. En aquel tiempo no comprendía porque hacía todo lo que me pedias, si en ese entonces me gustaba tu prima, ahora le doy gracias a Dios que no me case con ella, porque viste lo gorda que se puso jaja.  

      Ella soltó unos chillidos y su respiración se volvió más agitada, su cara palideció. Y aun así él no la soltó, solo unas lágrimas sigilosas se deslizaron por sus mejillas y su voz se quebrantó un poco, pero continúo su relato.

    Recuerdas aquel día cuando tuvimos la discusión más violenta de nuestras vidas, jajaja solo recordarlo me traumatiza más, ese día tú me lanzaste un florero  a la cabeza y me tuvieron que realizar tres puntos de sutura, que no se comparaba con los mil puntos que tuvieron que suturarte a ti en el corazón. Aun me arrepiento de lo tonto que fui en esa época, de cómo traicione tu confianza y por tal estupidez casi pierdo tu cariño. 

      Y ahora míranos aquí, los dos en este quirófano, tu postrada en la cama y yo a tu lado como un loro parlanchín. Parece un sueño que estemos aquí los dos juntos, después de veinte años intentando formar una familia, que yo… - El hombre es interrumpido por el doctor -Señor cállese por favor, su esposa no va a morir, solo está dando a luz. 

      Los llantos de bebé invadieron toda la habitación. -Es un niño- dijo el doctor mientras se lo entrega en las manos al hombre parlanchín.

     Este es el momento más feliz de mi vida dije, mientras me acercaba a mi esposa con mi primogénito en brazos y sin poder contener las lágrimas comente - Mira lo que me has obsequiado, primer y mejor regalo hoy día del padre. 

      

      Este día lo recordaré toda mi vida, como el dia que te conoci.

                                                                                                                              Autora: Stefany Bello.